Acabo de volver de vacaciones.
Sindrome postvacacional aparte, han sido las mejores vacaciones que he tenido en los últimos 10 años. 1 mes seguido de desconexión del trabajo, y además junto a mi novia. ¿Que mas se puede pedir?
Pues por ejemplo, no hacer un puñetero viaje a ningun destino turístico chorra ni monsergas por el estilo. Dedicarse a hacer las cosas que llenan el espiritu sin moverse de casa. Recrearse en los pequeños placeres como ir a la playa o pintar un óleo. Aprender a tocar la guitarra o verte 4 episodios seguidos de tu serie favorita mientras remoloneas en el sofá hasta que los perros te obligan a levantarte para darles una vuelta.
Ha sido un més de hacer cosas vulgares y cotidianas. Y he disfrutado como nunca. Porque parece que lo vulgar y cotidiano en verano es irse a Cancún una semanita. O por lo menos lo era pre-crisis. Ahora a lo mejor es irse una semana a Mallorca a la caza de famosos.
Si me quereis regalar unas vacaciones pagadas, que sean a Tokio o Los Angeles. Si no, ni os molesteis (o sí, todo puede hablarse...).
Sindrome postvacacional aparte, han sido las mejores vacaciones que he tenido en los últimos 10 años. 1 mes seguido de desconexión del trabajo, y además junto a mi novia. ¿Que mas se puede pedir?
Pues por ejemplo, no hacer un puñetero viaje a ningun destino turístico chorra ni monsergas por el estilo. Dedicarse a hacer las cosas que llenan el espiritu sin moverse de casa. Recrearse en los pequeños placeres como ir a la playa o pintar un óleo. Aprender a tocar la guitarra o verte 4 episodios seguidos de tu serie favorita mientras remoloneas en el sofá hasta que los perros te obligan a levantarte para darles una vuelta.
Ha sido un més de hacer cosas vulgares y cotidianas. Y he disfrutado como nunca. Porque parece que lo vulgar y cotidiano en verano es irse a Cancún una semanita. O por lo menos lo era pre-crisis. Ahora a lo mejor es irse una semana a Mallorca a la caza de famosos.
Si me quereis regalar unas vacaciones pagadas, que sean a Tokio o Los Angeles. Si no, ni os molesteis (o sí, todo puede hablarse...).